Sobre la mesa está la jalá: el pan simbólico de la cultura judía. Es metáfora del maná que, en el desierto, Hhvh da a su Pueblo. Para que el año que entra sea dulce, se le ponen pasas y nueces y se la moja en miel. Para que sea fértil, se le agregan semillas. Para que sea vínculo con lo siempre continuo, con lo eterno, con el D´s innombrable, en Año Nuevo, a la jalá se le da forma de espiral. Así, el ciclo de la vida y la plenitud del universo se representan con el cuerpo espiralado de ese pan.
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